Simple Little Things

Hay cositas pequeñas, sencillas y, a veces,  cotidianas, que me proporcionan un placer inversamente proporcional a lo pequeñas y sencillas que son.

Aquí unos ejemplos:

  • Desayunar. Me encanta desayunar. De hecho, a veces desayuno a media tarde otra vez, o sea, meriendo lo mismo que he desayunado: dos tostadas con mantequilla y mermelada de fresa y un Nespresso bien cargado (Ristretto o Arpegio, por favor) con leche. Qué gozada ese momentito de tostada en la boca  y sorbito de café!
  • El momento en el que soy consciente de que me estoy quedando dormida y no hago absolutamente nada para impedirlo. Soy tan feliz en ese momento! Me duermo,me duermo, ay que se me cierran los ojos, que me duermo, me dormí.
  • Ponerme los auriculares, tirarme en la cama y escuchar alguna canción que me guste mucho. Me resulta tan, pero tan relajante que llego casi a la felicidad.
  • Compartir una conversación así, sin más, de lo primero que se nos viene a la cabeza, tumbados, mirando el cielo o el techo. Hablar de lo que nos gusta, de tu vecino, de mí, de ti, de sexo, de crisis existenciales, de lo rancia que soy, de lo encantadora que puedo llegar a ser, de conexiones espirituales, del calor, de ir a tomar un helado, de qué pasaría si nos besáramos, de que no pasaría nada, de que pasaría de todo, de mira qué pies más feos tengo, pues anda que yo, de qué pensaste hace dos días, de tu cuello, de mi ombligo, de todo y de nada, de quedarnos en silencio mirando el techo con el ventilador puesto.
  • Unos tejanos, una camiseta blanca y unas bambas. Me refiero a que me flipan pero mucho los hombres así vestidos (los hombres atractivos, quiero decir). Me parece tan, pero tan sensual la sencillez de esas prendas que no sé yo si no estaré un poco trastornada.  Bueno, rara sí. Pero de eso ya os avisé, que conste.

Para muestra, un botón:

Jason Mraz y sus camisetas blancas cutres me vuelven cavernícola. Me lo como crudo! Desgraciado! No me lo aliñéis! (el gorrito que se lo coman las ovejas)

Me parece que lo de la sencilla camiseta blanca es algo que también gusta a muchos hombres. No porque me lo hayan dicho, sino porque siento ciertas miradas intensas sobre mí cuando voy así vestida:

En mi mismidad

Sí, SOY YO, QUÉ PASA.

Eso sí, tiene que ser una camiseta de dos duros. Concretamente esta creo que me costó  3 €.

Sigo:

  • Coger un poquito de chocolate con almendras y dejar que se vaya derritiendo en mi boca hasta que sólo queden los trocitos de almendras. Entonces, y sólo entonces, las muerdo mientras me derrito de placer. Soooo delightful.
  • Lamer suave y dulcemente una piel bronceada en la que se  ha acumulado un poquito de salitre (por ejemplo en la cara interna del codo o en un hombro, sobre todo cuando ya está caliente por el sol)  Y su olor, por supuesto.
  • Esa brisa que me da en la cara y en los brazos cuando voy en mi moto. Creo que soy feliz en esos instantes en los que me bajo la visera para el sol y voy por Barcelona adelante chorreando felicidad (ay, qué raro ha sonado eso). No cierro los ojos porque me pegaría la hostia padre pero ganas no me faltan.

Y hablando de motos y brisas, me piro al trabajo.

15 comentarios en “Simple Little Things

  1. yo suelo ir siempre en camiseta vaqueros y deportivas. Pero las camisetas las colecciono y son un poco frikis. De todas formas para que ese look cutre quede sexy (no había dicho esta palabra en la vida) no hay que tener nada de barriguita cervecera… que te sea leve

  2. Se llama curva de la felicidad.
    Y sobre lo demas, yo destacaria solo eso de lamer el antecodo… o hueco del codo, cara interna del codo… pche como sea. Tendrias que ponerlo en «hola, soy rara»… no es muy comun eso (iba a poner «no es muy normal», pero no me mola).

    En cuanto a lo de la moto… creo que todos todos todos todos todos los que conducen una motocicleta (no una «eskute» de esas que hacen «WIIIIIIIIIIIIIIIIII»…que es un sonido de lo mas insoportable, solo superado por la vuvuzuelas) tienen ganas de cerrar los ojos y dejarse llevar… hacia el suelo (de boca)

    • Querido Alberto: La cara interna del codo tiene una extrema sensibilidad, al igual que la parte posterior de las rodillas. Por desgracia, estamos demasiado obsesionados con las típicas zonas erógenas. Te recomiendo que lo pruebes.

      Otra cosa: una scooter puede ser una motocicleta y viceversa. La mía lo es, puesto que tiene una cilindrada de 125 cc.

      Yeah.

  3. es que soy un poco racista y dejando de lado lo que se aprende con el A, para mi las motocicletas son aquellas que no hacen ese ruido estridente (es que vivo en un 2º y les tengo mania)

    y en cuanto al codo, entonces te gusta al ser zona cuasierógena o porque tiene sal? Que ya no se que es mas raro.

    • Alberto: eres un poco racista? De motos? Eso quiere decir que sólo te gustan las motos de color….. de qué color? 😛

      El codo (cara interna), qué sé yo, no me he parado a analizarlo tanto. Como te decía en mi anterior comentario, supongo que porque es una zona poco explorada y abandonada. Y la sal, la verdad, me gusta en cualquier parte del cuerpo.

  4. Una pequeña puntualización. Porque hoy me ha sorprendido uno de los datos de tu escrito…
    ¿Por qué la gente olvida y omite siempre, en los momentos de pasión, el hueso de la cadera? A mí, desde muy pronta edad, me ha fascinado. Creo que no hay piel más suave en todo el cuerpo. Ni un tacto similar. Es la gran desconocida: la cadera. De la misma forma que me derriten dos hoyuelitos que tienen algunas chicas (no todas, y no sé por qué) en la zona lumbar de su espalda. Una verdadera delicia…

    • Estimado Doctor Arritmia (con mayúsculas): ya veo que, como buen doctor, no obvia usted ninguna parte de la anatomía humana. Eso sí, para pensar en el hueso de la cadera hay que VER O NOTAR el hueso de la cadera. Es que hay veces que no se nota! (las tapitas del bar…)

      Yo no creo que la cadera sea la gran desconocida. De hecho, es el gran símbolo de la fertilidad, una cadera marcada pierde a los hombres (instinto primario, puesto que las caderas anchas denotan mujeres que pueden parir mejor).

      Lo de los hoyuelos es interesante. Yo no tengo hoyuelos, pero sí una extraña hendidura muy chula!

      A sus pies.

  5. Querida contertulia,
    Servidor no se refiere a ver ni a notar.
    Ni tan siquiera a simbolismos relacionados con la fertilidad.
    Me refería únicamente al tacto de la piel en esa zona del cuerpo.
    A pasar el dedo, o la lengua, por esa zona y descubrir texturas que no se encuentran en ningún otro rincón del cuerpo humano.
    No sé si me explico…

    • Apreciado Doctor Arritmia (con mayúsculas):

      Se ha explicad usted perfectamente.

      Con su permiso, voy a comprobarlo, aunque sobre una misma no se notan esas cosas…

  6. acabo de llegar de viaje (de esos de palizon) pero queria dejar un comentario, al doctor arritmia:
    esos dos hoyuelitos segun tengo entendido, es porque las mujeres no tienen un musculo en esa zona… o si tienen, ya ni lo recuerdo. Eso hace que, por ejemplo, bailen mejor (mas bien… muevan mejor el culo que los hombres) al menos, eso me dijeron en una clase de anatomia para ilustradores (que tampoco lo he confirmado).
    ea,me voy a dormir.

  7. Jou.
    Me gusta to. Coincidimos en casi to (mesplico: con vaqueros y camiseta, genial, pero para mi, que sea tía, cosas que pasan. Y el chocolate con almendras… en fin, que al pobre no le da tiempo a derretirse, me pierde).
    Erm… y no tengo moto, no sé andar en moto, me acojona ir en moto y nunca estuve en Barcelona. Eso sí, me encanta Madrid y voy siempre que puedo.

  8. @Gaearon, baby:
    Te acojona ir en moto? Eso no puede ser!!! Necesitas terapia de shock urgentemente.
    Nunca has estado en Barcelona??? Eso no puede ser!!! Necesitas terapia de shock urgentemente.

  9. Si me he de subir en una moto que me seden, no sabría ni sujetarme y probablemente haría el peor movimiento posible para irnos al suelo. Paso, paso. Ni con terapia, ya te lo digo yo.
    Lo de barna… sí, tengo que poner remedio ya.

    • Gaearon, baby:
      Necesitas terapia de shock. Una moto no es un monstruo. Te puedes sujetar a la cintura del conductor, aunque es mejor sujetarse a las agarraderas de atrás. El cuerpo debe ir con la moto. No se siente como un elemento más, sino que debe formar parte de uno. Si no, la cagaste.

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